02 Noviembre 2017
Como si del primer día de clase se tratara, los alumnos que participan en esta iniciativa, subvencionada por el Gobierno de La Rioja, han acudido al aula formativa del Vivero de Empresas, donde se imparten las sesiones. Laura Belmonte Montoya es la “coach” que se encargará de enseñar a estas personas desempleadas, a través de una mecánica que contempla reuniones individuales y colectivas. Los participantes adquirirán herramientas comunicativas, desarrollarán su marca personal, y obtendrán, entre otras habilidades, los conocimientos propios para poder emprender un proyecto.
Como anécdota, cabe señalar, que una de las personas que se habían inscrito ha acudido a primera hora para borrarse ya que ha encontrado empleo. Belmonte Montoya recuerda precisamente que “el fin último es que los participantes encuentren trabajo”. En ese momento, abandonarán la Aceleradora de Empleo, y su plaza quedará libre, por lo que otro participante podrá incorporarse.
La Aceleradora de Empleo se dirige a parados que provienen de sectores laborales en declive o que se encuentran fuera del mercado laboral, y están inscritos como demandantes de empleo en alguna oficina de la Comunidad Autónoma de La Rioja. También, a todos los parados que, por una u otra circunstancia, tienen una serie de carencias educativas o profesionales, o que simplemente requieren de una recualificación. Precisamente es la “coach” contratada para gestionar la iniciativa, la que se encargará de guiarles en este camino.
Los alumnos “deberán asumir responsabilidades propias, y apoyarse en el grupo”. De ahí que las sesiones sean, tanto conjuntas como individuales. La responsable de guiarles en todo el proceso destaca que “lo que es útil para el grupo, puede ser útil para ti, por lo que el objetivo es que exista una relación proactiva entre ellos”.
Los participantes se muestran “ilusionados y con ganas de aprender”. La mayor parte espera no acudir durante los seis meses “ya que eso significaría que hemos encontrado trabajo”.