El cementerio municipal de Haro cuenta ya con dos decenas de fosas nuevas tras finalizar su construcción emprendida unos meses atrás. Las nuevas sepulturas disponibles disponen de una capacidad de tres cuerpos y cada una de ellas tiene unas dimensiones de dos metros y medio de longitud por ochenta centímetros de anchura y un metro y sesenta centímetros de profundidad.

La nueva dotación del camposanto jarrero responde a la necesidad, como trasladan desde el equipo de gobierno de, “adaptar las instalaciones municipales a las necesidades que pudieran aparecer en un futuro próximo”. Esta obra se suma a las acometidas en anteriores ejercicios con el objetivo de “dotar a este espacio de los recursos imprescindibles para dar respuesta a las demandas de los ciudadanos”.